Publicado en Diario Perfil del 23 de Mayo del 2009
Se nos ha comunicado que en las próximas elecciones se decide la suerte del modelo K. Conviene saber de qué estamos hablando.
Para comenzar, un modelo es un esquema de acumulación y distribución de riquezas y de poder. Segundo, sin calidad institucional no hay modelo sustentable. En el siglo XXI, no existe país alguno que goce de respeto internacional y brinde calidad de vida a sus habitantes si, a su vez, no puede exhibir 4 cosas: alternancia en el ejercicio del poder, baja corrupción, justicia independiente y equitativa distribución de riquezas. En la Argentina de hoy, no se dan estos cuatro requisitos de un modelo sustentable. Y por último, la validez de un modelo se mide también por su coherencia entre el discurso hablado y los actos concretos de gobierno. Esta contradicción se visualiza principalmente en dos planos: la Distribución del Ingreso y la Política de Derechos Humanos.